El cerebro adicto
Verónica Guerrero Mothelet
"Hoy se sabe que la drogadicción es una enfermedad y se ha
buscado la forma de tratarla. De esta manera aunque no se elimina en su
totalidad eleva la calidad y la duración de la vida"
Nueva perspectiva
En la década de los ’30 se pensaba que las personas adictas
a las drogas y al alcohol tenían una moralidad deficiente y carecían de fuerza
de voluntad, por lo tanto se consideraba un problema moral y no de salud.
Por lo cual en lugar de ofrecer métodos de prevención y
acciones curativas se optaba por el rechazo y el castigo.
La investigadora mexicana-estadounidense Nora Volkow observa el efecto de las drogas sobre imágenes
en el cerebro y encontró la causa física de la dependencia de estas sustancias
como la cocaína y los opioides. “Esto nos llevó a entender por qué los
pacientes aunque quisieran no podían dejar las sustancias por si solos, si no
que necesitaban ayuda”
La adicción al día de hoy se considera una enfermedad del
cerebro por que las modifican la química, la estructura y el funcionamiento del
cerebro.
Efectos de algunas sustancias
Nicotina: Se
encuentra en los tabacos, es muy adictiva y aumente el riesgo de cáncer, enfisemas,
problemas cardiovasculares, entre otros.
Alcohol: El
consumo excesivo puede dañar el cerebro y la mayoría de los órganos. La
marihuana puede dañar la memoria y el aprendizaje a corto plazo.
Inhalables: Sustancias
volátiles que se encuentran en muchos productos caseros, como pinturas,
pegamentos y algunos aerosoles.
Cocaína: Estimulante
que por la brevedad de sus efectos se suele consumir varias veces en una sola
sesión.
Fuente:
National Institute on Drug Abuse
Enfermedad crónica
“La adicción es una enfermedad que progresa por etapas”,
puntualiza el Dr. Rubén Baler. Explica que en la primera etapa las personas
usas las sustancias para alcanzar cierta euforia. Pero rápidamente se convierte
en una enfermedad crónica para quienes las consumen.
Estos son algunos signos que sugieren la adicción:
-Consumir la droga de manera regular.
-Imposibilidad de dejarla.
-Gastar en droga más de lo que se tiene.
-Extralimitarse para obtener droga (incluso robar).
-Sentir que se necesita la droga para funcionar
cotidianamente.
Al llegar al cerebro las drogas obstaculizan el sistema de comunicación
e interfieren en el proceso normal de información neuronal.
La estructura química de drogas como la marihuana y la heroína
es tan similar a la neurotransmisor natural, que los receptores las aceptan
como transmisores. Otras drogas como las anfetaminas y la cocaína hacen que se produzca una cantidad
excesiva de neurotransmisores naturales. En consecuencia impiden una comunicación
adecuada.
Explica la doctora Medina Mora “El cerebro pierde la
capacidad de sentir por las recompensas naturales pues se acostumbra rápidamente
a las dosis masivas”
Así, cuando falta la droga el cerebro ya no cuenta con
dopamina suficiente y la persona deja de disfrutar cosas naturalmente placenteras.
En el individuo que ha llegado a esta
etapa, la falta de droga provoca el llamado síndrome de abstinencia, con síntomas
como ansiedad, irritabilidad, nauseas, insomnio, episodios de sudoración,
temblores y psicosis que pueden llevar a la muerte.
Biología y ambiente
El comportamiento adictivo depende de los genes así como el
ambiente en el que se desarrolle el individuo.
Principales factores de
riesgo
- Conducta agresiva temprana
- Habilidades sociales deficientes
- Ausencia de supervisión paterna
- Compañeros/amigos que abusan de sustancias
- Disponibilidad de la droga
- Pobreza …
y de
protección
- Autocontrol
- Relaciones positivas
- Supervisión y apoyo paterno
- Información
- Políticas contra el uso de drogas
- Cohesión comunitaria
Fuente: National Institute on Drug Abuse
Dependencia física
La heroína es una de las sustancias más adictivas,
desde que se consume la primera vez provoca una modificación estructural en el
cerebro. Otras sustancias como el alcohol, el tabaco y la benzodiacepina,
producen dependencia muy rápido en las personas más propensas.
La cocaína es más difícil a la adicción debido a
que su venta y su costo es mucho mayor a la del tabaco y el alcohol, que su adquisición
es mucho más fácil, así como también es más aceptable por la sociedad.
La adolescencia, factor de riesgo
Los adolescentes son más susceptibles y vulnerables
a las adicciones debido a que sus decisiones son tomadas mayormente por las emociones
y no tanto por el juicio, ya que este se desarrolla generalmente a partir de
los 21 años. En los adolescentes el consumo de drogas es mucho más dañino.
Problemas mentales y vulnerabilidad
Hay otro grupo de personas mas vulnerable a las adicciones y
estas son aquellas con algún problema mental, como bipolaridad o esquizofrenia.
El 60% de las personas con adicciones tienen también alguna enfermedad psiquiátrica.
El uso de drogas como la marihuana a temprana edad aumenta
el riesgo de depresión, algo similar sucede con la esquizofrenia, cuyo riesgo
aumenta entre 1 y 7 veces a quienes comenzaron a fumar marihuana a temprana
edad.
Consecuencias conductuales, familiares y sociales
Las adicciones también llevan con esas los problemas
sociales, personales y familiares.
“La adicción conlleva el desajuste de muchos circuitos y
para tratar al adicto deben tenerse en cuenta todas las disfunciones al mismo
tiempo”.
Por tanto los tratamientos deben definirse según la persona,
el tipo de sustancia, el ambiente en el que vive y sus recursos, internos y
externos. Aparte de los medicamentos hay que considerar de manera muy
importante a su familia y su lugar de trabajo.
En ocasiones puede haber recaídas, las cuales no deben de
tomarse como fracaso del tratamiento, si no hay que repetirlo. Para ello lo
primordial es comprender que la adicción es una enfermedad.
El mejor enfoque: la prevención
Rubén Baler nos dice que para no llegar al tratamiento nos
propone la prevención universal como “evitar todo lo que sabemos que es dañino
y tratar de promover y enaltecer lo que sabemos que es positivo”
Entre lo negativo se encuentran: Los padres adictos, la
pobreza extrema, mala nutrición, falta de ejercicio, así como un ambiente poco
confiable para los jóvenes, y sobre todo un ambiente de violencia.
Así como todo lo que promueva un ambiente saludable por
fuerza va a reducir el riesgo absoluto de abuso de sustancias.
La doctora Medina Mora agrega que hay que dejar de vender
alcohol a los adolescentes, también hay que frenar la disponibilidad de
inhalables y de cigarros sueltos.
El punto más importante es proteger a los adolescentes de
las drogas. Hay que comenzar a ver la adicción como una enfermedad y convertirla en una convicción social.
“Para terminar con las adicciones, lo primordial es la
familia, un entorno de vida útil, en donde no haya rechazo, manipulación ni
situaciones que nos lleven a buscar salidas falsas. La familia es la base de
una sociedad consiente y pensante, por ello debe ser nuestro primer apoyo. Pero
si en algo se falla, podemos ayudar a prevenir las adicciones, y si ya está algún
miembro de nuestra familia dentro de ellas, no negarlo, sino ayudarlo a superar
su enfermedad”